Una sola avenida para andar,
yo en frente, indolente, como el que espera desenfundar,
es un duelo con algunos de mis miedos;
la dejadez del lugar, las casas desocupadas,
lo salvaje de la flora, el atropello de bancos semienterrados,
las torres de luz siempre tan altas y
esa farola con cuatro bombillas
que solo quiere iluminarme a mí,
que solo quiere amamantar mis miedos,
y tú y yo solos, solos aguantando el tedio.
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